El tiempo pasa y nada pasa,

sólo el tiempo.

Me consumo, como el humo,

me desvanezco sin vencer al viento.

Para qué caminos sin destinos,

para qué un destino con camino.

Si palpitar no es vivir,

y respirar no es amar, entonces,

¿qué es morir?

Una vida sin recuerdos,

momentos ajenos,

vidas pasadas,

muertes ocultas.

Una vida hecha trizas,

un alma de cenizas.

Para qué hablar si hay libreto,

para qué un final si todo está hecho.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *