Un silencio tartamudo,

una mirada perdida,

un corazón que ya no late,

amor de chocolate.

Risas sin sentido,

un humor ya perdido,

un amor desprevenido,

abuelo, yo te admiro.

Como papel ya curtido,

tu cara es un manuscrito,

heridas, castigos y enemigos,

han dejado su mensaje escrito.

Hoy te leo como en braile,

una vida sin afanes,

creyendo, viviendo y sintiedo,

eres un cuento perfecto.

Olor a leña, olor a tierra

un misterio, una quimera

producto del tiempo y el espacio,

tu cuerpo es un relato.

Un retazo de verdades,

una verdad sin vanidades,

lienzo, piel y papel

un cuento, sin comprender.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *