Miguel tiene 74 años, edad a la que ya debería estar pensionado. Sin embargo un lunes cualquiera siendo las 5:40 am de la mañana camina entre locales escondiéndose de la seguridad del Terminal de Transportes de Pereira.

Esta distrayendo el hambre de casi un día y medio sin comer con un tinto que preparan los primeros locales de comida que están abriendo y él, con una caja de lustrar en las manos, mirá impaciente los primeros pasajeros que llegan esperando el «ángel» que le dé lo de dormir aunque sea.

El día anterior, domingo, no fue un día bueno, de hecho no se hizo nada, ni siquiera lo del cuarto, por eso le tocó seguir derecho en la Terminal, durmiendo por ratos pero con miedo que la seguridad lo sacara, además porque los locales pagan arriendo dentro del establecimiento, razón por la cuál no puede trabajar adentro.

Cobra 2 mil pesos por embolada, es decir que con dos al día ya tiene seguro dónde dormir, ya que cuesta 4 mil la noche y con otra adicional al menos tiene para desayunar con 600 pesos en un comedor comunitario y con el resto, si lo consigue, mira haber si puede comer algo que le dure en el estómago.

No es fácil conseguir al menos 3 emboladas al día, él es consciente y menos a su edad, cuando afirma que la energía se le está agotando, los huesos le duelen y no tiene para el medicamento porque sufre de asma.

No quiere robar, de eso está seguro, prefiere morir antes que hacerlo algún día, a él le enseñaron que cualquier trabajo es digno y por eso nunca ha parado de trabajar.

No sabe qué va a pasar mañana, de hecho ni si quiera en unas horas, sólo piensa en el presente, no tiene planes, planes ¿para qué? Solo espera descansar.

Una historia que se repite, de ciudad en ciudad, de terminal en terminal, de calle en calle. Si hacemos una cuenta simple necesita al mes 120 mil sólo para dormir y 60 mil para un desayuno-almuerzo que le distraiga el hambre. Esto da 180 mil, le falta sólo 7 mil pesos para dejar de ser pobre en este país.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=yVDS7q8UgcQ]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *